Tú serás el cimiento
sobre el que edificaré
cada segundo de mi vida,
tú serás el tratamiento
dulce con que abatiré
a mis incruentas heridas.
Tú serás el recuerdo
que viva en mis arrugas
cual indómito estruendo
ajeno a las ausencias,
a los besos de soslayo.
Tú serás mi siempre
y mi mejor poema,
tú serás mi sangre
y mi dulce pena.
Tú serás luz y cordura
torbellino de desorden,
escases de premura.
Serás amor que inunde
mis sedientas soledades.
Serás mi eterna compañera.